miércoles, 19 de abril de 2017

EL EGO

“El ego es como tu perro. El perro tiene que seguir al amo, y no el amo al perro. Hay que hacer que el perro te siga. No hay que matarlo, sino que domarlo”
Alejandro Jodorowsky.

El ego, el yo, el otro, la personalidad, no es algo que sea tuyo en realidad. El ego no es sino es un conjunto de automatismos que provienen de tus padres, de tus profesores, de tus amigos, de la cultura en la cual te criaste de niño, de la música que se encontraba de moda, del medio donde viviste, del contexto social, político y económico en que naciste, es lo que se espera de ti, conceptos acerca de que es el un buen hijo, un buen padre, un buen amigo, un buen trabajador, todo esto en realidad no es tuyo: lo puso otro en ti y conforma tu yo, tu personalidad, tu personaje.
Estableciendo un símil informático, podemos decir que el ego está conformado por todos los programas que tienes en tu computadora, algunos te gustan, otros no te gustan, unos entiendes para que son, otros no, algunos ni sabes que están allí. Y otros son virus o ralentizan tu computadora. Al ego también lo compone un elemento muy singular en este símil: la pantalla de tu computadora, la personalidad.
Al ego no lo puedes eliminar. Sin el ego, no podrías interactuar con el mundo físico ya que se vincula no sólo con tu personalidad y tu cuerpo físico, sino que también son programaciones a veces útiles ya que nos defienden contra agresiones del mundo exterior.
El ego, como cité al principio del artículo de las palabras de Alejandro Jodorowsky tiene que estar al servicio del Sujeto, del Ser, y no a la inversa

ACOGIENDO TU HISTORIA PERSONAL Wayne W. Dyer

ACOGIENDO TU HISTORIA PERSONAL
En un universo que es un sistema inteligente sustentado por una energía creadora divina, no puede haber accidentes. Sin embargo hay que reconocer, que tu tuviste que pasar por lo que hayas pasado para que pudieras estar aquí, y la prueba es que aquí estas. Casi todos los avances espirituales han sido precedidos por momentos difíciles. Acógelos desde esa perspectiva, con ayuda de ser necesario, y entonces entiéndelos, para que puedas aceptarlos, honrarlos, para que finalmente los retires o los trasformes a tu manera. Libérate para que te puedas sumergir en este momento -llamado presente- porque es eso, presente para abrirte, para liberarte, nutrirte, jugar, disfrutar y explorar.
Wayne W. Dyer

Las creencias

Las creencias
Las creencias son todos los pensamientos implantados en tu mente y todos los paradigmas que has acumulado a través de tu experiencia vital.
Son esos conceptos que aceptas sin dudar y sin cuestionar su lógica. Los que recibes y acoges como propios, sin detenerte a analizar su contenido para ver si son verdades o mentiras que a fuerza de repetirlas se convierten en verdades.
Convenciones sociales, modelos de conducta, parámetros morales, enseñanzas religiosas, prejuicios y normas con los que riges tu vida y tu actuar.
Pensamientos que no provienen de ti pero que has asumido como propios y acatas sin poner en duda su legitimidad.
Si comienzas a explorar dentro de ti, te darás cuenta de cuantas ideas absurdas controlan tu pensamiento y tu actuación. Cuando entras en contacto con la verdad que hay en ti es cuando empiezas a cuestionarlo todo. No se trata de una actitud rebelde ni crítica, sino más bien de un proceso de limpieza.
Al poner tu mente en orden, comienzas a verlo todo desde una óptica diferente, poco a poco dejas de calificar tu mundo con base en esas creencias.
Reconoces que vienen de afuera, que no resuenan contigo y que son sólo mentiras que aceptaste en un estado de conciencia diferente y que ya no necesitas para guiar tu vida.
A través de la experiencia de ti mismo, descubres que algunas de ellas son descabelladas. Otras pueden ser aceptables tal como son y algunas más podrían ser depuradas hasta llegar a su esencia verdadera. Nuestras creencias son tantas y cobijan tantos aspectos que la labor a emprender es dispendiosa: creencias que te dicen como debe actuar un hombre o una mujer, que te imponen una imagen errada de Dios, que te atan al pecado y a la culpa, que te indican cómo tratar a los demás. Creencias que anulan el valor, la bondad, la belleza y la sabiduría; que separan y dividen lo que no puede ser dividido.
Es una mentira cualquier creencia que te ate al sufrimiento, limite tu libertad, robe tu autonomía o te haga sentir pequeño, desvalido y necesitado; que te hable de penas, sacrificios y castigos; que te pida renunciar a algo o te haga sentir temor; que te obligue a discriminar, juzgar, condenar o castigar a los demás o que fomente en ti la necesidad de luchar, competir, sufrir y padecer.
Deposita tu fe en la verdad que surge de tu interior y que no tiene opuestos.
Esa verdad que te ofrece amor, dicha y paz sin pedir nada a cambio;, que te recuerda el maravilloso ser que eres; que te habla de la existencia de un ser divino en ti que sólo anhela tu felicidad.
Una verdad innegable porque surge de una fuente que solo te ofrece plenitud, que no te separa de Dios ni de tus hermanos y que reconoce y alienta tu derecho indiscutible a ser libre y feliz.

domingo, 1 de febrero de 2015

“Cuando cambias la manera en la que ves las cosas, las cosas que ves cambian.”

Wayne Dyer dice
“Cuando cambias la manera en la que ves las cosas, las cosas que ves cambian.” 

Debemos aprender a Crecer a partir de las crisis, a trascender gracias al aprendizaje que encierran en si los momentos duros y los problemas que decimos, aquejan nuestras vidas...

EL propósito de estas meditación es conectarnos con el valor profundo de nuestros momentos de crisis, Aprender a reconocer ese valor y hacer que este tipo de adversidades se conviertan en oportunidades para cambiar y madurar.

¿Como permanecer tranquilos y esperanzados cuando sentimos que la vida nos golpea, merma toda nuestra fuerza y diluye todas nuestras ilusiones?

La llave es el OPTIMISMO… la visión optimista nos ayuda a convertir nuestros problemas en autenticas oportunidades...